Parte fundamental en la formación personal integrada son los procesos secuenciales; cuyos objetivos generales son los optimizar el aprendizaje, pero para ello debemos tener en cuenta que los valores comportamentales, son propios de actitudes positivas que el aprendiz puede desarrollar. En la medida en que estas actitudes sean encaminadas al buen provecho de nuestras capacidades intelectuales, surgen varios procesos de formación comportamental; los cuales conllevan a un fin específico y con expectativas positivas, lo cual es posible si se cumple con los procesos, valores, y compromisos que nos llevan al éxito de nuestros actos.
Presentación personal: Es de suma importancia pues este valor es quien habla de nosotros como primera impresión.
Puntualidad: es de anotar que este valor va ligado al anterior; Cuando lo hacemos propio tenemos la facultad de exigir que este sea reciproco.
Cultura: este valor agrupa varios componentes en los que se plasman la parte integral de las personas y hace de ellas seres capaces de convivir en comunidad.
Disposición: este hace referencia a la voluntad y al interés de aprender. Por qué una persona que cuente con este valor está en capacidad de recibir la información, procesarla y llevarla al punto de desarrollo idóneo.
Concentración: más que un valor, este componente es vital para desarrollo sano de todas las actividades en proceso; pues si lo tenemos en cuenta, el resultado será satisfactorio y con alto porcentaje de calidad.
Buen comportamiento: en este punto se hace alusión al perfeccionamiento de la conducta, regulada por parámetros, que indican la forma adecuada de recibir la formación y que conllevan a un fin específico según una decisión propia del implicado.
En conclusión todo lo anteriormente estipulado esta contenido de valores que suministrados dentro de un contexto educativo fortalecen las actitudes de formación personal y profesional
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